El vino es transformación y creación, desde las raíces profundas hacia la luz, hay un fruto que crece y se desarrolla, que se deja envolver en los cambios para poder perpetuarse, para poder conectar al ser humano con la tierra y el cielo.
Los vinos de Callma, a través de sus nombres particulares buscan rescatar la conexión diaria que existe entre el ser humano y los astros, como de una manera profunda están arraigados en nuestro día a día. Cada día es el reflejo de un planeta.
Nuestros vinos son elaborados con la intervención necesaria para guiar los procesos gentilmente, sin utilizar levaduras comerciales, nutrientes ni agentes clarificantes, generando vinos honestos, frescos y llenos de vida.
Vinos de autor, en volúmenes limitados, usando la naturaleza como principal guía y la experiencia como principal arte.